Dolor articular, como aliviarlo
Existe la falsa creencia de que el frío es el detonante de los molestos dolores en los huesos que nos aquejan durante las estaciones frías del año, y no es así. A pesar de que muchas veces repetimos “hace un frío que se me mete en los huesos", lo cierto es que no es a estos a los que afectan las bajas temperaturas, sino a las articulaciones. Sin embargo, nuestra percepción es que se trata de un dolor de huesos y articulaciones porque las molestias parecen extenderse por todo nuestro sistema óseo.
A continuación te explicamos por que duelen las articulaciones cuando hace frio y como aliviar el dolor articular en los meses de invierno.
¿Cómo afecta el frío a las articulaciones?
Nuestras articulaciones son tan sensibles a los cambios de temperatura, así como a los de humedad, que llegan a convertirse en auténticos sistemas de detección de cambios climatológicos. Todos conocemos a personas que parecen llevar incorporado un sistema de predicción meteorológica en su organismo, concretamente en sus articulaciones, con un grado de acierto muchas veces superior al de los equipos de previsión meteorológica de la tele.
No, no se trata de “superpoderes" propios de los X-Men o Los Vengadores; estas acertadas predicciones de los cambios del tiempo son solo consecuencia de la natural y profunda incidencia que tienen la temperatura y la humedad en las articulaciones de un buen número de personas.
El frío y la humedad afectan en primer lugar a los músculos, los ligamentos y los tendones, aumentando su rigidez y disminuyendo su elasticidad, lo que tiene como consecuencia un evidente empeoramiento de la estabilidad articular.
El dolor en las articulaciones también aumenta a causa de la hiperalgesia que provoca el frío, es decir, una alteración de las vías nerviosas que aumenta la sensibilidad al dolor.
Cómo aliviar el dolor articular en invierno
Lo primero que hay que tener presente es que el dolor de articulaciones durante el invierno no debe ser motivo de preocupación ya que no es síntoma de ninguna patología grave. Además, son muchos los medios que podemos poner de nuestra parte para aliviar esas incómodas molestias.
También te puede interesar > Ejercicios de bajo impacto para huesos y articulaciones
En primer lugar hay que poner buen cuidado a la hora de salvaguardar nuestro calor corporal. Esto quiere decir que hay que ir bien abrigado cuando salgamos a la calle (ya llegará la primavera para lucir modelos más ligeros) y, también cuando nos encontramos en nuestro propio hogar, tanto a nivel de calefacción como en las prendas de abrigo de andar por casa.
Mucho cuidado con los cambios de temperatura, que suelen ser fatales en estas fechas del año. Si estás en tu casa con la calefacción a tope y, acto seguido, sales a la calle ligero de ropa, es probable que tu cuerpo se resienta (tanto a nivel de dolor articular como de catarros y constipados). Mejor ten la calefacción a medio gas y, cuando salgas, ve con un buen abrigo, bufanda y guantes.
Si aún tomando todas las precauciones empiezas a sentir dolores en las articulaciones, lo más aconsejable es que te apliques calor local en la zona afectada, es decir, una manta eléctrica (procura ponerla a una potencia media, ni demasiado baja ni demasiado alta).
Otros medios para prevenir y tratar el dolor articular en invierno es hacer ejercicio con regularidad, llevar una dieta sana y equilibrada, tener unos buenos hábitos del sueño y, por supuesto, utilizar una buena crema para el dolor articular cada vez que sientas la más mínima molestia.
Si bien es cierto que el frío invernal es uno de los peores enemigos de nuestras articulaciones, también lo es que existen distintos modos de prevenir y combatir el molesto dolor articular, de manera que puedas llegar a la primavera en plena forma.
Deja un Comentario