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No te descubrimos nada nuevo si te decimos que el deporte y la salud van unidos de la mano. Junto a una alimentación equilibrada y un descanso adecuado, practicar deporte es el mejor medio para estar sanos y llenos de energía. Y ninguna estación es tan propicia para ejercitar el cuerpo como el otoño, cuando el tórrido calor del verano ha quedado atrás y aún están lejos las heladas del invierno.

La falta de sueño y dormir mal es uno de los problemas que más afectan a nuestra salud. A efectos de descanso, los seres humanos somos como pilas que necesitan recargarse a diario para poder funcionar. ¿Qué pasa si no duermes las horas adecuadas cada noche? Seguro que es algo que has experimentado alguna vez y que ya conoces bien la respuesta: cansancio, desánimo, nerviosismo, irritabilidad... “No duermo bien, me despierto muchas veces y no puedo con mi cuerpo” es una de esas frases que repetimos a menudo cuando padecemos de insomnio, un trastorno que afecta de forma crónica a alrededor de un 15% de la población y de forma esporádica a cerca del 35%. Vamos, un auténtico problemón para millones de personas.

No es una casualidad que ir a la playa sea uno de los mayores placeres para los seres humanos. Cuando pensamos en los arenales costeros nos viene a la mente las vacaciones, el descanso, la diversión y la excelente compañía de familiares y amigos. Aunque todas estas cualidades se pueden encontrar en otros entornos, un altísimo porcentaje de personas prefiere disfrutarlas en las playas. ¿Por qué? Es sencillo. Son unos parajes que nos alivian el estrés gracias al sol, el sonido de las olas y la brisa marina; la sal y el yodo del agua del mar refuerzan nuestro sistema inmunológico, curando cualquier herida que podamos sufrir en nuestra piel por sus propiedades antibacterianas; la arena nos sirve de magnífico exfoliante para el cuerpo; en definitiva, todo son ventajas para la salud cuando vamos a la playa.

No, los ejercicios excéntricos no son raros ni fuera de lo común. No es necesario ser un contorsionista ni gozar de una extraordinaria forma física para realizarlos. Consisten en el mantenimiento de la contracción excéntrica del músculo mientras, partiendo de una posición concéntrica, se avanza hacia su estiramiento. Dicho así parece un poco extraño; no te preocupes, lo vas a entender enseguida con los ejemplos de ejercicios de contracción excéntrica que te vamos a mostrar.

Todos hemos sufrido un calambre muscular en alguna ocasión, y es una visita a la que no tenemos ningún aprecio. Y no es de extrañar. No hay postura o actividad que no sea susceptible de verse afectada por este repentino y agudo dolor que, no pocas veces, hasta nos hace gritar por su intensidad. En la cama, caminando, sentado, nadando, corriendo..., nunca sabes cuándo te va a dar un calambre.

Hay veces en las que un golpe o una torcedura al que no damos demasiada importancia en un primer momento puede ser el causante de una molesta y dolorosa inflamación que nos estropee los planes y nos arruine el día. Por eso, lo mejor es tener siempre a mano un remedio natural como es el gel de Aloe Vera y Árnica SINDOLOR, con el que poder aliviar el dolor y reducir la inflamación en pocos minutos y así seguir con nuestra actividad diaria sin obstáculos.

Nadie está libre de sentir la molesta sensación de pesadez en las piernas aunque, a medida que pasan los años, este problema puede aparecer con una mayor frecuencia. Y no es una dolencia que solo afecta a las mujeres, como se suele creer. Los hombres son igualmente susceptibles de padecer los mismos síntomas de piernas cansadas, aunque es cierto que, en algunos casos, la implicación de los estrógenos en sus causas puede inclinar ligeramente la balanza del lado de las mujeres.

Desde hace unos años es habitual escuchar que los 50 son los nuevos 40, los 40 los nuevos 30 y así sucesivamente. Y, en buena medida, es cierto. El siglo XXI se está caracterizando por un estilo de vida saludable en todos los aspectos, desde la alimentación hasta el ejercicio físico.

Se calcula que entre un 70% y un 80% de la población mundial padece en algún momento de su vida dolor lumbar. Este tipo de dolencia presenta diferentes grados, tanto en su intensidad como en su duración. Puede ir de leves molestias en la parte baja de la espalda a auténticos “latigazos” que nos dejan incapacitados para realizar las tareas más sencillas. El dolor puede durar unos pocos días o, en los casos más agudos, prolongarse durante varias semanas.

Cuando vamos teniendo una edad o cuando echamos unos kilitos de más es bastante habitual que nuestras articulaciones nos hagan llamadas de atención. El dolor articular en las rodillas es uno de los más comunes.

En ocasiones, el dolor cervical puede manifestarse como un dolor de cuello y otras como un dolor más extendido por la espalda, la cabeza o los brazos. Todos hemos sufrido alguna vez este tipo de dolor que nos impide llevar una vida normal, ya que afecta a todas las facetas de nuestras vidas. No nos permite estar a gusto ni parados ni en movimiento, ni sentados o tumbados ni de pie.

El dolor en la curva de la espalda es una de las dolencias que más personas padecen y que puede surgir a cualquier edad. Es un dolor agudo y muy persistente que, pese a que es bastante común y generalizado, no debemos resignarnos a sufrirlo ya que puede afectarnos seriamente a nuestra calidad de vida y a las actividades cotidianas que solemos realizar.